• ¿Cómo valoras la figura actual del farmacéutico?

Considero que está valorada por los pacientes, pero por la administración no todo lo que debería. Se toman decisiones con respecto a las oficinas de farmacia sin tener en cuenta al farmacéutico. Por ejemplo, cada vez nos dan más responsabilidades, como ha pasado en la pandemia con los medicamentos hospitalarios que se dispensaban a través de las farmacias, nos dijeron que los gestionáramos nosotros. O el seguimiento del enfermo COVID19. Sin embargo, no dan facilidades, cada vez hay más burocracia, cada vez lo ponen más enrevesado.

• ¿Cómo ves el futuro de la profesión?

Me parece positivo que siguiera como está y las farmacias no se vieran como una empresa, si no como un establecimiento sanitario, accesible, de primera mano y en el que habría que potenciar la cercanía con el paciente para que fuera aún más accesible.

• Y actualmente, ¿qué posición ocupáis y cuál os gustaría ocupar dentro del ámbito sanitario?

Estamos infravalorados, se nos ve como vendedores de medicamentos y no se valora el aspecto sanitario de una farmacia.